¿Sufres de dispersión mental? ¡Era mi tema!
Te confieso que yo era una de las que tenía días en que vivía en la dispersión, me costaba mucho poder atender una cosa y peor aún, no sentir la motivación para sólo quedarme en un tema, pues mi mente estaba en todos lados y en ninguna, además que esa dispersión me ponía muy inquieta y mi energía la sentía perdida, me enojaba estar así (y ahora sé que eso complica más las cosas). ¿Te ha pasado algo así? o quizás conoces a algún amigo/a que frecuentemente pase por estos periodos ¡Les tengo una buena noticia!
Para empezar, recordemos que la mente no entrenada, tiene muchísimas maneras para buscar temas de interés tan cercanos y a la vez lejanos, es una máquina para producir pensamientos, sean estos de la calidad que sea, y muchas veces genera pensamientos de poca calidad para nosotras.
La mente es una máquina para producir pensamientos, ideas, historias, fantasías y muchas veces con una calidad muy baja.
Por ejemplo, qué sucede cuando estamos en este estado, te comparto lo que a mí me ha pasado, y al final cuéntame cómo vives tu esto:
1.- Mi energía creadora, no más no tiene capacidad para dar el empujón y mantenerse estable para conseguir concretar las ideas.
2.- Las ideas, así como vienen se van.
3.- Hay una sensación de automatismo -de hecho en su máxima expresión- de seguir la inercia.
4.-La atención está en todos lados, menos en lo que quizás sea de mayor importancia para una misma.
5.-Hay sensación de frustración, de enojo por no poder concretar algo, sentimiento de no hacer nada "útil".
Y puedo hacer la lista más amplia, pero es los que más he experimentado, y que sin duda esto me provocaba pasar días muy malos y sentirme enojada conmigo misma ¡imagínate lo que es esto!, sí lo sé, empeoraba las situación.
Ahora, me doy cuenta que lo que me da ¡estabilidad mental! es el entrenamiento mental que realizo día con día, practicando Mindfulness o Atención Plena al menos 10 minutos diarios como práctica formal (¡puedes iniciar con menos tiempo!), e integro momentos de atención consciente cuando como, camino o me siento agotada después de una serie de horas trabajando en un proyecto.
La estabilidad mental, el enfoque lo logras entrenando tu mente día a día, tal como alimentas tu cuerpo para estar saludable o bien entrenas para hacer un maratón.
Para poder entrenar la mente, te voy a proponer dos ejercicios, y recuerda: de nada sirve sólo leer, ¡hay que pasar a la acción consciente!
Usa una hoja y lápiz:
Primero:

1.- Registra: Recuerda esos momentos en los que te has sentido así, anota, registra las sensaciones, pensamientos que tienes y físicamente cómo te sientes, si ahora te estás sintiendo así, ¡es tu oportunidad de poner manos a la obra!
2.- Explora y toma consciencia: Toma consciencia de esa sensación, y lo primero que vas a hacer es: ¡SÉ GENTIL! ahora más que nunca en ti, ¡ya sé! podrás decir ¡pero es que ya quiero salir de esto! Lo sé, me pasó, lo vivo con menor frecuencia, pero es de vital importancia tener una actitud distinta hacia nosotras mismas, porque es de aquí que depende cómo vamos relacionarnos diferente con esta situación. Sé gentil contigo misma, paciente, no te regañes ¡por favor!
3.- Investiga: Observa qué situaciones hay al rededor de ti que estén de alguna manera alimentando ese estado, por ejemplo: alguna situación que te pesa enfrentar, algo que te haya desmotivado, recuerda, y anotarlo. ¡Todo lo que salga de ti es valioso! Te da información sobre ti misma.
4.- Acepta: Esto es algo que requerimos aprender a incorporar en nuestro sistema de vida, porque nos permite aligerarnos internamente, a soltar aquello que ahora sucede en nosotras para entonces poder abrir nuevas vías de acceso a nuestra sabiduría interna. Aceptar es tomar una actitud abierta y dispuesta a escucharnos tal como estamos viviendo la experiencia, a no intentar modificarla desde el mismo estado mental -no luchar- Buscamos generar un estado consciente diferente, más tranquilo, más enfocado.
5.- Sal a caminar: a mover tu cuerpo, haciendo alguna actividad que te guste, esto ayuda mucho a conectar con nuestra energía y a dejar que nuestra mente calme el río de pensamientos desenfocados y poco certeros.
Y después de este paso número 5...
RESPIRAR, es el segundo ejercicio, usar nuestra respiración como una herramienta para entrenar la mente y aprender a estabilizarnos, a aquietar y generar vitalidad.
Cuando aprendemos a usar nuestra respiración, como ancla, para aquietar llevando nuestra atención a la inhalación y exhalación, generamos vitalidad y quietud en nuestro vivir.
Porque lo que estamos haciendo es entrenar nuestra ATENCIÓN y esto nos permite tener en nuestras manos la salud emocional y física.
Y ahora, deja todo y date unos minutos para iniciar a entrenar tu atención ¡Realiza la siguiente práctica!
Si esta información te fue útil ¡compártelo con tu seres queridos! te estaré muy agradecida. Pongamos a rodar el bienestar.
Y cuéntame qué haces tú para disminuir la dispersión mental.
Con cariño
Miriam Mendoza